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Una guerra ¿perdida?

Mi llegada a Italia me ha dado cosas que contar. Como de costumbre, cuando uno llega a un sitio por primera vez, lo que hace es ir al supermercado a comprar las cosas básicas para los primeros días: algo de fruta, verduras varias, arroz, pasta, lo que sea. Pasada ya una semana, caí en la cuenta de que, gracias al dato de mi compañero de piso, cada bolsa de plástico que usas para comprar cada tipo de fruta o verdura, cuesta 2 céntimos. Entonces, si compras varias piezas de verduras y las separas en bolsas, tendrías que pagar 2 céntimos por cada bolsa que uses. Esto es, evidentemente, un robo a mano armada. Más allá de las obvias razones medioambientales, que ahí están y, a día de hoy, sigo preguntándome por qué no se han parado a pensar esto, están también la económicas. Me explico, ¿realmente se gana dinero vendiendo bolsas a 2 céntimos? ¿Realmente vale la pena mandar soldados al norte, con lo bien que se está en el sur? ¿Qué hago yo, como buen guerrero que soy? Pues, la siguient

Autorretrato (versión 2020)

Últimamente he estado pensando en la idea de que madurar no significa ser mejor persona. Una versión más lograda, quizás. Ni mejor, ni peor. Simplemente más definida respecto a lo que uno va pensando y buscando conforme pasan los años. Hace unos años escribí un autorretrato. Ahora, haré lo mismo sin ver la versión anterior: -  Soy matemático, aunque a veces me cueste creerlo. -  Cuando sonrío, achino los ojos. Y aunque parezca que no puedo ver, sí que puedo. De hecho, lo que peor llevo de la mascarilla es que los que me rodean no pueden ver mi sonrisa, que es sin duda lo que más me define. - Me gusta el verano de 28 grados. Más es demasiado. Incómodo. Desagradable. Menos es inviable. Los paseos en La Laguna a las 22h solo son posibles si por el día hubo 28 grados. Y a veces ni eso. - Me siento muy agradecido por tener los amigos que tengo. Siempre que lo necesito, tengo alguien que me acompaña. - Mi profesión frustrada es la cocina. A veces también pienso que sería un peluquero fantá

Cerveza en mano,

¿Sabes ese momento en el que estás sentado en el tren y quieres estirar las piernas, pero no puedes porque hay una persona sentada delante de tí? Entonces, miras hacia debajo y mueves los pies lo justo como para no molestar a la otra persona, pero lo suficiente como para sentirse un poco más cómodo que antes. O ese momento en el que estás en la cama con el amor de tu momento. Ocupa tanto espacio que no puedes ni moverte porque no quieres despertarle. Y solo puedes cerrar los ojos y sonreir porque estás donde quieres estar. Mejor que ayer. Y quién sabe si peor que mañana. Pienso que esa sensación define bastante lo que es la calma. La paciencia. Me recuerda a cuando vivía en Bajamar. Solía sentarme en la terraza de mi casita, que daba a la playa, mirar al cielo a media noche y ver cada-puta-estrella posible. Y como un guiri recién llegado, respirar y oler esa sal marina tan pero tan profunda... Y así cada finde. Qué es cuando más tiempo tenía, o al menos cuando más me sudaba todo la p

Finales sin serlo

Hola.  Ayer hice el que, muy probablemente, fue el último exámen de la carrera. Y aunque todavia queda un corto pero intenso camino porque me queda el TFG, toca hacer análisis. Ya digo que eso que dicen de que la universidad es la mejor etapa de la vida... No. Disfruté más el bachillerato, Quizá por la gente que me rodeó. Hicimos un grupito tan guay que a día de hoy seguimos manteniendo una bonita amistad. Y una grupo-dependencia que no es ni medio normal. Cómo jode cuando alguno se va...  Pero no vine a hablar de eso.  Lo más que me han dicho en estos cuatro años de carrera cuando digo que estudio mates es "que hay que tener cabeza para estudiar una carrera así" o que "mira que hay que estar loco". En la segunda estoy bastante más de acuerdo. Me parece una locura muy guay. Y de la que me siento muy orgulloso. Me encanta lo que hago y lo que estudio. No puedo estar de acuerdo con la primera. Sí que es verdad, y no lo voy a negar, que siempre he

Políticamente (in)correcto

La gente políticamente correcta lo es y ya. A los que no les mola ese rollo les pega más un término como"irreverente". Lo descubrí en un artículo sobre García Márquez cuando murió. Hace ya casi 5 años (obviamente, lo he buscado en internet). Recomiendo "La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada". Como suele pasar con él, gusta más cómo lo cuenta que lo que cuenta, y tampoco es que lo que cuente sea peor. Destaca la forma, diría. Bueno, dejo lo de hacerme el interesante para otro momento.  También me gusta llamarlos valientes. Siento que va muy ligado a ese sentimiento libertario de decir lo que se piensa. Como si no importara en absoluto la reacción que pueda generar. Se les podría llamar, perfectamente, egoístas, pero me gusta más decir que son honestos consigo mismos. Con lo que creen que es lo correcto. Recuerdo cuando Gallardón dimitió tras la repercusión de su "ley del aborto". Era un completo gilipollas. Pero es

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Que qué es el amor, me pregunto. ¿Sabe lo que es el amor uno que lo ha practicado muy poco? Eso es como cuando le preguntas a tu camello a qué sabe la marihuana, pero resulta que es alérgico al THC. O cuando el mayor experto en enfermedades cerebrales tiene alzheimer. O el sexólogo que va a hablar de condones a la tele es tu primo y sabes que lleva una década sin follar. O cuando el tatuador de la esquina te dice que no duele tatuarse, pero el muy cabrón no se ha hecho uno en su vida. O cuando le pregunto al profe de astronomía si Plutón es un planeta, y el muy golfo tiene los cojones de decirme que no.  ¿Hace falta práctica para tener la suficiente credibilidad? ¿O basta con tener bien clara la teoría? Dicen los teóricos que, bajo la lluvia, se moja más uno cuando corre que cuando camina.¡Que ahora el tonto es el que corre! Pues fíjate tú que mucha gracia no me hace ir caminando a casa mientras me cae el palo de agua encima. Y menos gracia me hace aú

Master of None

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     En este caso, fue Netflix quien se encargó de estrenar una serie que, co-dirigida y protagonizada por un no muy conocido  Aziz Ansari, logra grandes cosas sin hacer demasiado ruido. Master of None trata la historia de Dev, un treintañero de padres indios que nace en Nueva York y se dedica a hacer comerciales de televisión, y es que por ser esta una sociedad tan estereotipada y, aún en estas épocas, incapaz de entender la globalización como un efecto no solo informativo, sino cultural, encaja muy bien en el perfil de minoría étnica, que ya de por sí es un tema polémico.        El título, por su parte, hace un guiño a la frase "Jack of all trades, Master of none", que viene a aludir a aquellas personas que se desenvuelven sin demasiados problemas en bastantes temas, pero que no son expertas en ninguno en particular. En la antigua Grecia, se les conocía como polímatas-que conoce o sabe de muchos, afirma Wikipedia-. No era necesario que fueran sabios eruditos de geometr