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Mostrando entradas de julio, 2016

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     A veces tarda mucho, a veces poco, pero siempre acaba creciendo en algún lugar del cerebro. Una especie de idea de cómo te ves dentro de 10 años si todo sigue como ahora. Y no te gusta. No te gusta nada de nada.             Y te desesperas. Piensas que todo lo que has hecho hasta ahora podría estar mal, o incompleto.             Y te sientas. Y paras un momento a mirar las estrellas mientras calculas la de veces que te podrías haber equivocado. O la de veces que lo hiciste y no quieres aceptarlo. Que quizá nunca supiste tomar la decisión correcta en el momento clave. Que no te lanzaste cuando pudiste o que lo hiciste antes de tiempo.       Y respiras. Ahora todo es replanteable. Cuestionable. ¿Habrá que cambiar el rumbo, o los tiempos? Y es que esta limerencia me tiene ciego...

¿Por qué?

     Hace unos días fui a una charla- debate, en la que participaba el grandísimo Aarón Gomez, sobre los límites del humor; es decir, ¿debería haber limites en el humor? ¿Quién los determina?¿Cuáles son los prohibidos o "tabú"? ¿Debería haber temas tabú? Lo cierto es que la ponencia fue muy interesante y amena. Los personajes intervinieron participativamente y con afán de aportar, mas nunca de ofender o invalidar la opinión del otro, todo lo contrario a un debate político, obviamente.      Sin embargo, mi tema favorito en la charla fue del que menos se habló. Al principio de este, uno de los ponentes menciona: "Parece entendible que uno debe respetar las opiniones de los demás... Bueno, voy a hacer hincapié aquí. Siempre he discrepado con esto de respetar opiniones. Por qué iba a respetar la opinión de una persona que se saca del bolsillo, sin ningún tipo de curre ni base argumentaria detrás? Me niego. Simplemente me niego" (He intentado textualizarla ...

Vicios

     Al fin y al cabo, la vida está llena de vicios. Tantos como personas. Hay vicios buenos, no tan buenos, vicios malos y vicios malísimos. Vicios que matan  -de amor-  o ahogan  -de sueños- ,vicios que relajan o asfixian, vicios que, aunque duelan, inspiran... Vicio es el camino hacia la utopía, y también lo es la esperanza, que nunca se va y siempre se queda -que no es lo mismo-. Vicio son las fantasías y los deseos que no nos dejan bajarnos de esa nube tan grande y esponjosa que a todos nos encanta. Vicio son los paseos a la luz de la luna y encontrarte con ese olor a mar tan característico, vicio es poder parar y respirarlo  cada vez más profundamente. Vicio son los amaneceres...      Vicio es el reflejo de tus ojos, tan oscuros como la noche... vicio es el misterio que escondes tras tu mirada. Lo son tus andares y tus curvas y también lo es la eterna juventud de tus palabras.  Vicio son los domingos que te pillo despreve...